En 1987 la ONU publicó el Informe Brundtland que define el término de “Desarrollo Sostenible” (o sustentable) como aquel que satisface las necesidades del presente sin comprometer las necesidades de las futuras generaciones. Este documento, encargado a la ex primer Ministra de Noruega Gro Harlem Brundtland, se ha convertido en el hito fundacional del Desarrollo Sostenible que busca dejar de poner en peligro los sistemas naturales que sostienen la vida en la Tierra.
¿Por qué tuvimos -como humanidad- que acuñar el concepto de Desarrollo Sostenible ? Porque desde la Revolución Industrial hemos ido construyendo un sistema de producción basado en la sobreexplotación de los recursos naturales, el consumo y la acumulación (de bienes y capitales). El desarrollo sostenible pone entonces en el centro de nuestro modelo socio-productivo el cuidado de la naturaleza para asegurar la conservación de nuestra especie y nuestro planeta.
El Informe Brundtland dio lugar a un gran número de hitos de nuestra historia contemporánea entre los que se encuentran la Cumbre de Río de ‘92, las Conferencias de la Partes para el Cambio Climático (COP) y los Objetivos del Milenio reemplazados en 2015 por los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS). Paralelamente, y motivados por esta nueva visión de desarrollo, en el sector privado surgieron las empresas sociales cuyo máximo referente a nivel global es Sistema B y las empresas tradicionales incorporaron en sus agendas programáticas la Responsabilidad Social Empresaria y la triple cuenta de resultados con el surgimiento de la Global Reporting Initiative. A su vez, en el sector social las Fundaciones y ONGs comenzaron a profesionalizarse -dejando atrás una visión filantrópica puramente altruista- trabajando cada vez más hacia un modelo de gestión sostenible impulsando agendas programáticas en torno al desarrollo económico, social y ambiental de las poblaciones que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad. Este ecosistema de actores conforman lo que llamamos Organizaciones de Nuevo Paradigma.
Las Organizaciones de Nuevo Paradigma son aquellas organizaciones que crean valor sostenible en 6 dimensiones: Valor Económico, Valor Social, Valor Cultural, Valor Ambiental, Valor Público y Valor Cívico-Ciudadano. Tomemos un ejemplo cercano: Potenciar es una Fundación sin fines de lucro por lo tanto es una organización que tiene su foco en la creación de valor social sostenible. Se espera entonces que genere dividendos sociales pero al mismo tiempo en su gestión acompaña y promueve las otras 5 dimensiones de creación de valor.
¿Cómo logramos la creación de valor sostenible desde las organizaciones? Toda organización posee una estrategia para poder cumplir con su propósito de transformación de la realidad. Una Organización de Nuevo Paradigma posee una estrategia concebida desde el paradigma de la sustentabilidad y de la regeneración. Gestionar de forma sostenible implica un modelo de gestión que tiene dos dimensiones: la gestión por objetivos y la gestión por subjetivos.
Los objetivos definen aquello que hay que hacer y los subjetivos definen cómo alcanzarlos ya que no se trata de lograr los objetivos a cualquier costo. En un modelo de gestión sostenible la variable de ajuste puede ser el tiempo, la calidad o el dinero pero nunca la alegría ni la dignidad de las personas. La gestión por objetivos corresponde al paradigma organizacional tradicional donde prevalece el cumplimiento de los objetivos y la mirada de corto plazo sin poner real atención en el modo en que se alcanzan dichos objetivos ni las posibles externalidades negativas. La gestión por subjetivos implica que las organizaciones puedan alcanzar los objetivos y metas fijadas poniendo especial atención en la forma en la que se alcanzan y de qué modo se establecen los vínculos entre las personas, las organizaciones y éstas últimas con el ambiente. De este modo, las Organizaciones de Nuevo Paradigma contribuyen no sólo a aumentar sus niveles de sostenibilidad sino también los de la sociedad en su conjunto.
La mirada del desarrollo sostenible y la gestión sostenible representan entonces un cambio de paradigma que la sociedad en su conjunto -es decir el sector público, privado y social así como también los ciudadanos de a pie- debemos abrazar e impulsar de forma colaborativa y participativa si queremos como humanidad lograr un desarrollo económico que potencie a las personas y esté basado en la regeneración de la naturaleza y los ecosistemas.
1. La creación de valor público está relacionada con los bienes públicos que normalmente corresponden a las facultades y responsabilidades de los Estados y gobiernos como la educación o la salud pero también la creación de parques nacionales o el desarrollo de bibliotecas.
2. La creación de valor cívico ciudadano está relacionada con bienes sociales intangibles como la consolidación de la democracia y sus instituciones, la cultura de paz, la ética del cuidado, la defensa de los derechos humanos, el respeto de la diversidad y las minorías, impulsadas a partir de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948.