Entrevistamos a Soledad Tancoff conservadora de las colecciones del Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia y miembro de Red Naturalia.
Red Naturalia es una red de especialistas en biología, museología, curadores y técnicos dedicados a las colecciones de Ciencias Naturales, que se conformó dentro del Laboratorio de Innovación Cultural y Científica (LAB), una iniciativa que desarrollamos y gestionamos durante 5 años junto a #FundaciónWilliams con el objetivo de que las organizaciones argentinas de la cultura y de la ciencia ensayen nuevas formas de crear y de actuar colectivamente.
En la entrevista, hablamos sobre la experiencia de Red Naturalia en el LAB, los desafíos de ser mujer en un ámbito mayoritariamente masculino y la importancia de sumar a la comunidad en la conservación del patrimonio natural. También reflexionamos sobre la biodiversidad y la complejidad del mundo que nos rodea. Y nos fuimos con una certeza: lo desafiante y transformador que es articular con otrxs.
LA VIDA Y LA MUERTE
S: Dejame comenzar diciendo algo que estaba pensando cuando iba a buscarlos. Estaba pensando esto: este (el Museo de Ciencias Naturales) es un espacio en el que podemos acercarnos de forma más natural a la muerte, es algo que en realidad nos cuesta un montonazo, y es lo más natural que puede suceder, esperable, y sería una buena forma de sacarnos el miedo, de naturalizarlo, de estar en paz.
Es muy difícil en nuestra cultura, por lo menos. Hay otras culturas, pienso en la cultura mexicana, por ejemplo. La relación del pueblo mexicano con la idea de la muerte es muy diferente, como una cosa muy particular, como destacada. Pero nosotros tenemos una herencia muy italiana, muy española, de la tragedia de la muerte, entonces es muy difícil abordar el tema, esto por un lado.
EL MUSEO Y LA COMUNIDAD
P:¿Cómo es el vínculo del Museo con la comunidad?
S: Desde que el museo forma parte del CONICET no tiene la parte de exhibición, de comunicación hacia la comunidad, tan desarrollada. Entonces se pierde esa cercanía. Esto tiene una explicación: la ciencia se construye en base a publicaciones científicas. Las publicaciones científicas tienen una complejidad enorme en la que para que las personas que hacen ciencia se puedan mantener en el sistema tienen que estar en una carrera desenfrenada contra un montón de gente de todo el mundo -porque la ciencia es internacional- donde tienen que sostenerse. Para sostenerse tienen que hacer publicaciones científicas. Y si hacen publicaciones científicas no se pueden dedicar a las cuestiones de la exhibición o de la comunicación a la sociedad.
P:¿Cuántos años tiene el Museo?
S: El Museo tiene una historia larguísima. Nosotros cumplimos este año 211… Sí, 211 años. Es de 1812, esa es la fecha de fundación del museo. Más allá de que en los primeros años, obviamente, fue una idea. La idea de construir, de tener una institución que resguardara y que investigara los recursos naturales del país. Pasaron un montón de cosas en estos años. Y hubo gestiones, hubo momentos diferentes, pensá que el museo dependió del Ministerio de Educación, del Ministerio de Cultura, de diferentes organismos del Estado a lo largo de todos estos años. Y hubo algunos directores con una fuerte impronta digamos, de comunicación y de contacto con la sociedad y de darle un lugar muy importante, muy preponderante a la comunidad. Pero bueno, el formato es desparejo también. Hubo momentos muy particulares o concretos donde esto sucedió y ya te digo a partir de que la institución se sostiene en base a que es una unidad ejecutora del CONICET está anclada en el sistema científico y el sistema científico propone e impone unas determinadas reglas de funcionamiento claro, cambia el rol del museo en un punto también. En realidad, todos los museos se sostienen en tres pilares que son la investigación, la conservación de su patrimonio y la exhibición. Esos son tres pilares que tienen que indefectiblemente estar para cualquier museo. En este está muy desarrollada la investigación, están muy bien conservadas las colecciones pero está muy desatendida la exhibición. No obstante se hace una exhibición y el museo se llena de gente sin que prácticamente haya difusión.
P:¿Por qué creés que sucede eso?
S: El Museo tiene un capital cautivo, histórico, que es impresionante. Claro, que son los atractivos de por sí. Los chicos vienen con las escuelas y quedan fascinados. Nosotros somos una usina de generación de conocimiento que es una locura y eso no lo ves, el público no lo ve. De hecho, la Red Naturalia surge un poco para esto: para visibilizar y compartir este conocimiento. Somos un grupo de gente que entiende y se hace carne de la importancia de las colecciones. Es muy difícil de transmitir esto, es un concepto muy difícil de transmitir.
P: ¿En qué sentido?
S: Por ejemplo, acá tenemos la biblioteca de la biodiversidad. Puede que te imagines una biblioteca llena de libros donde se habla de la naturaleza, pero no. La biblioteca de la biodiversidad son los ejemplares, es donde está guardada toda la información genética; cada ejemplar es ADN puro. Es 100% ADN puro. Es la información de verdad. ¿Entendés? De dónde va a salir todo el conocimiento. El día que haya alguien que vaya y busque ese conocimiento específico de ese ejemplar, va a estar. Porque el ADN se preserva. Entonces, cuando hablamos de una biblioteca de la biodiversidad, hablamos de eso. Hablamos de que tenemos el ADN de todo lo que hay. Si, aparte, esto es un bocado de la palabra biodiversidad, la importancia de mantener, de conservar la diversidad. Realmente es un concepto muy difícil de explicar. Es muy, muy complejo. Hay como ciertos acercamientos, ¿viste? Hay algunas ideas que están dando vueltas digamos que son relativamente ciertas o correctas, por decirlo de alguna manera. Pero es tan complejo…
SOMOS NATURALEZA
P: ¿Qué es la biodiversidad?
S: Yo no soy bióloga.. Yo soy una restauradora de formación. Sí, estoy en este mundo desde hace muchos años y me empapé de todos los conceptos y de todas las ideas. Yo pienso en la biodiversidad desde el territorio, desde lo territorial. Argentina es muy conocida por la diversidad de ambientes, y en todos estos ambientes existen unos ecosistemas, todos sabemos lo que es un ecosistema que es un ambiente determinado, tenés el desierto patagónico, la estepa patagónica tenés el bosque andino patagónico en el límite con la cordillera, las selvas de la región del noreste, del límite con Brasil, Misiones, todos estos ambientes los conocemos. Bueno, esos ambientes funcionan por todos los componentes que los conforman: aves, mamíferos, insectos, plantas, agua, rocas, tierra… La idea es mantenerlos, preservarlos, lo más inalterados posible. Todo ese equilibrio, todos esos componentes son lo que conforman la biodiversidad. Y eso es lo que nosotros, de alguna forma, preservamos en las colecciones.
P: ¿Y de qué manera contribuye el Museo a preservar esa biodiversidad?
S: Toda la información que puedas conocer de esos ambientes es lo que te va a permitir hacer lo que sea necesario para preservarlos. El insumo básico es el ejemplar, el ejemplar de lo que quieras: del insecto, de la planta, del árbol, del mamífero, del ave, el reptil, lo que fuere. Básicamente en el museo se hace ecología, hay algunos laboratorios que trabajan en ecología, pero la base es la taxonomía, que es el estudio de los bichos. Hay muchísimos que no se conocen. El porcentaje de la biodiversidad a nivel planetario que se conoce es muy pequeña en relación a lo que existe. Pensá en los mares. En los mares hay muchísimo que no se conoce. ¡No se conoce! Entonces, es muy complejo… se dice: cuidemos la biodiversidad. ¿Qué biodiversidad? Primero sepamos qué es la biodiversidad y después cuidémosla. Porque es imposible cuidar algo que no conoces, ¿cómo cuidas si vos no sabes que necesita? Y tampoco hace falta irse a tal lado para cuidarla. Nosotros vivimos en un ambiente y ese es uno de los proyectos que aún estamos llevando adelante este año con la red, con Naturalia, que es justamente esto: empezar a presentar y a concientizar respecto al ambiente en el que vivimos.
P: Claro, los humanos también somos parte.
S: ¡Exacto! Nosotros vivimos en esta ciudad desde hace no tanto tiempo, 200-300 años, no es nada en la historia del mundo. 200-300 años. Esto era una pampa, húmeda, con un determinado ambiente, un determinado equilibrio, y el asentamiento humano, el desarrollo de ese asentamiento humano y la consecuente conformación de la ciudad hizo que todo ese ambiente se modificará drásticamente. No obstante, las aves que vos encontrás en el Parque Centenario, que son las que se comen los gatitos domésticos, son las de este ambiente original. O sea, cuando hablamos de nativo, de fauna y flora nativa, hablamos de lo que había en este lugar antes de que se generara este asentamiento masivo que es la ciudad de Buenos Aires. Entonces, empezar a generar un vínculo con eso. Vos en tu casa, por ejemplo, tenés insectos, tal vez te ha visitado una lagartija, algunos pajaritos que vienen… Bueno, esa es nuestra biodiversidad, esa es la biodiversidad. Y en todo el resto de las personas que vivimos acá también. Y nosotros somos parte del ambiente, de la biodiversidad, de la naturaleza. Yo soy de la idea de entender al hombre como una parte de la naturaleza, con su inteligencia, con sus ciudades, con su contaminación, con todo. No sos un alien, un meteorito. Somos parte de esta naturaleza.
La búsqueda es el equilibrio. Esa es la clave.
RED NATURALIA
P: ¿Cuándo se crea Red Naturalia?
S: Red Naturalia nace en el 2017 a partir de la convocatoria del Laboratorio de Innovación Cultural y Científica, donde convocan a una serie de instituciones de ciencia, de ciencias naturales en particular, y se hace todo un trabajo en el laboratorio de puesta en común, de reconocer los problemas comunes, de buscar alianzas, de pensar estrategias, y ahí es el origen, digamos, del grupo que está conformado actualmente La primera iniciativa de todo ese trabajo surge como primera necesidad que las personas que trabajamos con las colecciones estemos mejor formadas. Hay una carencia de capacitación, de profesionalización en las personas que trabajan con estas colecciones y es a partir de esa identificación que se lleva adelante un curso para personas que están trabajando en colecciones en todo el país en tres ciudades Tucumán, en Córdoba y acá. Armamos un programa, un equipo de personas que fuimos los docentes y convocamos a 25 personas en cada ciudad para llevar adelante esta capacitación. Eso fue lo primero de todo.
P: ¿Cómo funcionan las colecciones dentro de un museo?
S: En todos los museos uno de sus pilares son las colecciones. La conservación de esas colecciones, la investigación de esas colecciones, la exhibición de esas colecciones. Coleccionar es un anhelo humano tan primigenio que todas las personas pueden comprender. Todas las personas coleccionan algo. Todas. Piedritas, entradas de no sé qué, lápices de colores, muñequitos de lo que… Miniaturas… Todos coleccionamos. Y eso no cambia. No cambia incluso a lo largo de la vida de las personas. Entonces, una de las cosas que sucede, particularmente en los museos de ciencias naturales, es que los especialistas de cada grupo son unos fanáticos de tener todo lo más que se pueda del grupo del que son responsables. Una de las cosas que promueve la Red, una de las cosas que promueve es la cooperación. Justamente como el Museo de la Plata, nosotros, la Fundación Lillo con el Instituto de Investigación de Tucumán, somos tres de los grandes pilares de la Red, hay un trabajo ahí que viene en ese sentido: defender muy fuertemente todas las colecciones.
P: ¿Esta es la primera experiencia de trabajo articulado?
S: Hay un antecedente que es un grupo ampliado de gente de todas estas instituciones que viene trabajando en una red y en una idea de protección y de cuidado de las colecciones desde hace muchísimos años, mucho anterior a nosotros, y que dio lugar a una iniciativa que fue el Sistema Nacional de Datos Biológicos que se conformó hace mucho tiempo y que lamentablemente fue dado de baja en estos últimos años.
P: ¿Cómo es el trabajo dentro de Red Naturalia?
S: Con Red Naturalia estamos todavía en un proceso. La conformamos, las instituciones y las personas. Nosotros representamos a nuestras instituciones. El Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia” (CABA), el Museo de La Plata (La Plata), Facultad de Ciencias Naturales – UNT y Fundación Miguel Lillo (Tucumán), tenemos un capital social enorme. Hay un reconocimiento hacia la institución y un respeto muy grande.
Y por otro lado, entre nosotros, existe esa comunión que se genera cuando vos encontrás en otros, que están igual de interesados y que les preocupan las mismas cosas que a vos, que entienden los mismos problemas de la misma manera que los entendés vos. Y por suerte, hay un amor y un compromiso totalmente compartido. En todas las personas que conformamos la Red hay una convicción enorme.
P: ¿Cómo fue el paso por el LAB (Laboratoria de Innovación Cultural y Científica co diseñado por POTENCIAR y Fundación Williams)
S: Fue muy importante en los primeros tiempos la ayuda, la asistencia en toda la cuestión de la gestión, del armado… Edilmar (coordinadora de proyectos de POTENCIAR), que es una persona encantadora, fue súper importante en generar las conexiones. Y, por supuesto, el apoyo. El apoyo en empujar la conformación de la Red y el apoyo económico, ni hablar. El apoyo económico fue fundamental porque son iniciativas para las que, como te digo, no encontramos financiamiento.
LAS MUJERES EN LA CIENCIA
P: ¿Qué es lo que más disfrutás de tu trabajo?
S: Me gusta, me encanta, estar en contacto con las colecciones, con todas las colecciones. Es como si fuera una gran ama de llaves, ¿viste? Yo me siento así, como en esas películas esas inglesas, en las que el ama de llaves sabe dónde está absolutamente todo y cualquier cosa, ¿viste? Y con un enorme sentido de cuidado, de saber que es muy importante y querer cuidarlo.
P¿Cómo fue ser mujer en un ámbito tan masculino?
S: La ciencia es un mundo de hombres. La paleontología y la geología es el más masculinizado de los ambientes de las ciencias naturales, que es donde yo empecé. O sea que fue durísimo, por el hecho de ser mujer. Mujer y técnica y en paleontología. Eso fue lo más difícil.
P: ¿Y hoy ven las cosas diferentes?
S: Muchísimo, cambió muchísimo. No obstante, somos poquísimas, Poquísimas y el cambio fuerte te diría que fue en estos últimos cinco años. Las pibas que se pusieron al hombro la causa. O sea, la masificación de la causa feminista, en estos términos. Yo tengo 50 años, nosotras la hemos peleado, la hemos peleado en el terreno, metiendo, metiendo, metiendo y callándote la boca y tragando mierda, porque es la que tocó. Entonces, calculo que nosotros algo hicimos, pero las que realmente lograron un cambio grande fueron las chicas jóvenes.
P: ¿Existen acciones o actividades dentro del Museo en relación a las mujeres que trabajan en la ciencia?
S: Si. Una de las iniciativas que surgió en el año 2019 fue el de hacer un homenaje y un reconocimiento a las primeras mujeres que trabajaron acá en el Museo. Hicimos el homenaje a las cuatro de Melchior (Irene María Bernasconi, María Adela Caría, Elena Martínez Fonte y Carmen Pujals), que fueron las primeras cuatro mujeres investigadoras que fueron a la Antártida. Ellas cuatro trabajaron acá. Se fueron con setenta y pico de años cada una. Una historia increíble, increíble. Fue en el año 68. Y fue todo un evento, fue súper destacado, salieron en todos los diarios, hubo muchísimas repercusiones. Así que con un grupo de mujeres, las tomamos a ellas cuatro y a una investigadora que la reconocemos como pionera en las ciencias geológicas, la doctora María Clara Etchichury, que fue la primera persona con la que yo trabajé acá, porque la primera tarea que me dieron a mí fue ocuparme de la colección geológica, petrográfica, Hay dos colecciones geológicas: petrográfica y mineralógica. Ella era la curadora de la colección petrográfica. En ese momento ya tenía 94 años. El año pasado le festejamos sus 100 años acá. Y es una persona excepcional desde donde la mires. Y apasionada. Yo la siento como si fuera una de mis mejores amigas, mi abuela suplente.. La amo. Entonces decía, le hicimos el homenaje a las cuatro de Melchior y el reconocimiento a María Clara. Y a partir de ahí empezamos a trabajar conformando una comunidad. Hicimos, este año, el quinto homenaje a mujeres en la botánica que fue en la semana de marzo. Nunca se había hecho absolutamente nada y hemos ido armando una mini comunidad dentro de esta comunidad y creo que es super importante y un poco la Red Naturalia tiene ese mismo concepto. La idea de comunidad, de que hay un montón de gente que está en la misma que vos. Y se sostiene gracias a una mirada común, expectativas parecidas y mucha pasión.
Conocé más sobre Red Naturalia: https://rednaturalia.com.ar
Conocé más sobre “Las cuatro de Melchior”: https://www.macnconicet.gob.ar/las-cuatro-de-melchior/
Conocé más sobre el Ciclo Pioneras: las científicas del Museo Argentino de Ciencias Naturales: https://www.macnconicet.gob.ar/edicion-2023-del-ciclo-pioneras-las-cientificas-del-museo-argentino-de-ciencias-naturales/